Publicado en revista MEGA AUTOS, N°52 - Febrero/Marzo 2005

Económico,
ecológico
Aunque se hizo desear, la impulsión a
gas ya es un hecho en modelos de la marca Ford. Respecto de otras propuestas
instaladas en fábrica, la diferencia radica en ser los primeros del Mercosur en
incorporar la 5ta generación de sistema GNC con tecnología superior a todo lo
conocido. Además, más allá del tipo de combustible, el Ford Focus de producción
nacional sometido al test es un producto superior en muchos ítems al ensayado
hace casi un lustro.
Origen: Argentina
Velocidad máx.: Nafta 167,4 / Gas 156,2 km/h
Acelración.: 0 a 100 km/h: Nafta 14s3 / Gas 18s2
Consumo prom.: Nafta 8.2 l/100 km Gas 14.9 km/m3
Velocidad máx.: Nafta 167,4 / Gas 156,2 km/h
Acelración.: 0 a 100 km/h: Nafta 14s3 / Gas 18s2
Consumo prom.: Nafta 8.2 l/100 km Gas 14.9 km/m3
Poco se
puede decir de la figura del Focus, un viejo conocido en el parque automotriz
de este país. Probablemente el mérito mayor se encuentra en el diseño original,
que a siete años de su presentación mundial sigue vigente. La actualización
realizada en 2003, introdujo mínimos cambios en la toma de aire inferior bajo
paragolpes delanteros, reubicó los rompe nieblas en las versiones que los
poseen y el conjunto de los faros, ahora circulares con protector translúcido
e idéntico perfil triangular escaleno.


Otro
detalle que parecería ser característico en los autos nacionales es el 7 % de
promedio de error en más del velocímetro hasta 100 Km/h y un poco menos por
encima de esta velocidad, mientras que llama la atención que el odómetro sea
casi exacto. Comparados con el primer Focus nacional que ensayamos, observamos notables mejoras en
las terminaciones y la calidad de los materiales utilizados en las coberturas.
Los interiores de puertas, la consola central y el torpedo lucen como si fuera
un modelo importado y no con «las características Mercosur», tan arraigadas en
las mayoría de las marcas.
Por el merecido lugar que ocupa
el modelo en el segmento donde interviene, el equipamiento de confort puede
calificarse de austero, pero es superior al de otras propuestas con motores
alimentación nafta-gas. En la comparación con las mediciones de nivel sonoro
del habitáculo, éste es el mejor insonorizado de los Focus ensayados por MEGA AUTOS.
Es bueno el sistema de audio con reproductor, pero no cargador de CD, aunque
cuatro parlantes impiden aprovecharlo en su plenitud.

Los componentes de seguridad son los básicos, tal como los airbags frontales, barras laterales de protección en las puertas, cuatro cinturones de tres puntos con pretensionador, abdominal en la plaza trasera central, inmovilizador de motor y alarma antirrobo. Como faltante se destaca el ABS en un sistema de frenos donde se mantienen tambores en la asistencia de las ruedas traseras. Esta tecnología para detener a 0 una masa de casi tonelada y media en movimiento fue eficiente en estabilidad, pero los registros en tiempo y distancia coincidieron con la realidad mecánica y las leyes físicas.
Aunque con alimentación a nafta
midió en el banco de rodillos un poco menos de los 102 CV anunciados en el Manual,
el motor Zetec Rocam 1,6L de cuatro cilindros y ocho válvulas se mostró
efectivo en la relación peso/potencia.
Convengamos que este Focus no es
un auto «pistero», sino de los considerados domésticos que priorizan la
economía de combustible. Para ello, las dos últimas relaciones de caja -4a y
5a- son largas, aunque las tres primeras, por la reacción que impone el
indisciplinado tránsito de nuestras calles, están más desmultiplicadas y bien
relacionadas, proporcionando un correcto poder de aceleración. En la función
GNC debe mentalizarse la pérdida de potencia de un 20%, fundamentalmente cuando
se usa el aire acondicionado y aunque suene antipático para muchos, en un país
donde no existen controles y por ende, conducta en el tránsito,
por razones de seguridad no es recomendable el uso del aire acondicionado en autos que cuenten con motores de menos de 80 CV.
por razones de seguridad no es recomendable el uso del aire acondicionado en autos que cuenten con motores de menos de 80 CV.

Los valores medidos en
aceleración y velocidad máxima coinciden con los homologados por fábrica.
Resultan lógicos para la ecuación potencia disponible, peso del vehículo y
resistencia aerodinámica, determinada ésta por el coeficiente de forma y área
frontal. Para llegar de 0 a 100 km/h, velocidad alcanzada en 3a, con nafta/gas
transcurren 14s3 y 18s2 respectivamente. A la máxima se llega en 4a y
tarda más cuando se alimenta con gas, - 156,4 km/h y 167,350 km/h con nafta-.
Al
consumir nafta quedó demostrado el comportamiento lógico desde lo técnico en
motores de baja cilindrada. A 90 km/h de velocidad constante en autopista, el
1,6L 8V resultó más económico que el Zetec 1,8L 16V pero a 120 y 140 km/h casi
no hubo diferencias en el consumo. Es la opción GNC donde aflora la verdadera
economía aunque lejos haya quedado la relación 5 a 1 de hace dos años, ahora
de solo 3 a 1.
Es de
destacar la falta de control en las estaciones expendedoras de GNC, donde
cargamos a partir de cilindro vacío desde 12,8 m3 hasta 14,8 m3 y los
argumentos fueron «diferencias de presión en los sistemas de carga». Pero donde
no logramos explicación fue en las variaciones del precio/m3 que osciló de $
0,579 a $ 0,779, que si bien representan $ 0,20/m3, la diferencia representa
una variación de más del 30%. Consideramos que dado el número de usuarios de
este tipo de combustible, más de 1.0 millón de vehículos y la red de
estaciones proveedoras de GNC, es imperativo que comiencen los controles,
tanto en la presión de carga, como en los precios.

Los parámetros de consumo determinan la razón económica de usar gas, acortadas las distancias en relación a los combustibles líquidos, hay que hacer muy bien las cuentas para decidir la compra. Sigue siendo el GNC el combustible más económico, con los problemas del cilindro de almacenamiento en peso, volumen y autonomía, y los $ 5.000 de diferencia con el mismo modelo solo a nafta, se tienen las variables para la decisión de compra.
Equipamiento
Faros regulables desde el interior
Limpia lava luneta
Levanta cristales eléctricos delanteros
Volante regulable en alcance y altura
Cinturones inerciales delanteros y traseros
Cierre central de puertas con comando
a distancia y sensor de velocidad
Inmovilizador de motor
Radio AM/FM con CD
Airbags frontales
Aire acondicionado
Sequent GNC BRC:
«5a generación para motores con ciclo Otto»
Al no contar con bibliografía
precisa para describir cada una de las generaciones de los sistemas para
convertir en bi-combustibles a motores de explosión con ciclo Otto,
realizaremos una breve reseña de cada uno de ellas.
La primera contaba con un
surtidor insertado en el carburador alimentado por el regulador de presión en
dos etapas. Posteriormente se incorporó un elemental variador de avance al
encendido para compensar la diferencia de velocidad de combustión entre gas
lento de quemar en comparación con la nafta, posteriormente mejorado con
asistencia electrónica. El paso siguiente fue el mezclador, verdadero
carburador a gas, en algunos casos prolijamente estudiado en bancos de ensayos
para corrientes de flujo (flujómetros). En los motores a inyección se instaló
un emulador que permite arrancar a nafta y el paso automático a gas.
La 4a evolución son equipos con
corrector del caudal de gas con reguladores del tipo paso a paso controlados
por procesador. El sistema BRC instalado en los vehículos Ford, es la 5a
generación y constituye prácticamente un sistema de alimentación a gas por
inyección multipunto. Para quienes tienen conocimientos de mecánica, el
sistema es comparable al K E-Jectronic de Bosch. La inyección de gas se produce
tras la válvula de admisión en cada cilindro, mejorando la carburación, la
homogeneidad de la mezcla y alejando la posibilidad de acumulación de gas en el
múltiple, principal causa del efecto de contra explosión en algunos motores. La
cantidad de gas a inyectar es controlada por una central electrónica comandando
el dosificador provisto del distribuidor hacia cada cilindro. El comando para
gas o nafta se encuentra a la derecha del conductor y el indicador de nivel de
carga es del tipo Led. La opción de gas siempre arranca a nafta, por la acción
de un temporizador luego de un minuto pasa en forma progresiva a la función
gas. Una alarma sonora informa el fin de este combustible y entonces se debe
pasar a nafta. Las ventajas son múltiples, especialmente en relación a los de
3a generación provistos en vehículos con garantía de fábrica de otras marcas.
Contamina menos, se anuncia un menor consumo que no podemos aseverar por la
cantidad de diferencias con el vehículo de la competencia, presenta estabilidad
de marcha regulando similar a los motores a gasolina y el sistema es más cómodo
de operar.
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2 comentarios:
El gas natural vehicular es muy popular en mi país, en Bogotá la mayoría de taxis lo usan y ya se imaginarán los problemas... Muchos taxis son cansados Hyundai Atos o similares de 1000cc y 65 HP en promedio, con el gas la potencia merma 20% y en la ciudad hay una pérdida de un 20% adicional por efectos de la altura (2600 msnm) en los motores entonces estos carros para que anden hay que llevar todos los cambios hasta el corte, y en subidas son tan efectivos como cualquier moto de 200cc o menos...
Hola Juan, gracias por el comentario, no debe ser nada fácil para esos motorsitos!
Saludos!
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